jueves, 28 de abril de 2016

TERCER DÍA DE RODAJE...EL AULA TOMA FORMA



En este último día de rodaje el cortometraje tomó cuerpo y forma.  Después de un consenso y una votación democrática elegimos el nombre que llevaría nuestro proyecto: EL AULA.  Terminamos las últimas tomas, ya el engranaje entre las ideas y la acción estaba más fluido.  El compromiso de muchos de nosotros se evidenciaba en la fuerza de los argumentos y las ideas.  Y aunque el cansancio era evidente, la pasión por construir un buen producto era más fuerte que cualquier cosa.  El aula termina su rodaje y está en caliente para la posproducción.  Un buen producto creado con excelentes ideas y con todo el corazón.

miércoles, 27 de abril de 2016

SEGUNDO DÍA DE RODAJE


En el segundo día las cosas iban mejorando, muchas de las ideas afloraban de nuestras cabezas sólo por el hecho de querer hacer un producto donde estuvieran plasmados todas nuestras experiencias y saberes.  ya se habían perfilado los líderes del cortometraje y entre ellos formamos un engranaje perfecto para que todo saliera como se esperaba.  Filmamos el modelo romántico, el depertamento de arte sorprendió con un cartel lleno de colores y fue allí donde evidenciamos el aprendizaje.  Todos contribuimos paea que la experiencia fuera única y sólida.

jueves, 21 de abril de 2016

COMENZANDO EL RODAJE

A B R I L  21 de 2016








En el salón 402 del bloque uno nos reunimos veintitantos jóvenes, con miradas distintas para construir un proyecto en donde dejaremos nuestra alma y nuestros sueños, experiencias y deseos.  Es un cortometraje con un buen contenido pedagógico, que nos enseñará que las alternativas de enseñanza deben incluir al estuddiante como parte activa del proceso.

El cine a la luz del Proyecto Educativo Institucional de la FUNLAM



El cine como herramienta pedagógica, está sumándose a un sinnúmero de alternativas posibles en cuanto a educación se refiere.  Ha dejado de ser un simple instrumento de entretenimiento para convertirse en un puente de información, en ser un mega medio de comunicación y un objeto para la construcción de saberes y de proyectos que integren las experiencias de los estudiantes en un producto que traspase fronteras y en dónde éste mismo se alimente de otras miradas.  En el cine convergen diferentes miradas basadas en la experiencia personal de cada individuo que participa en su construcción, es por ello que es la suma de muchos esfuerzos, pero también de diferentes puntos de vista que buscan algo en común.  Para Celestin Freinet: La educación ha de ser pensada, practicada y valorada desde diferentes perspectivas. Hay que sumar las aportaciones de los diversos sectores y actores a la tarea educativa. La educación es un fenómeno social y cultural, y no sólo un proceso instructivo y cognitivo que se lleva a cabo en las escuelas”.  A la luz de los ojos de la Fundación Universitaria Luis Amigó, evaluaré el cómo un proyecto de cortometraje, entiéndase éste como un componente del cine, puede ir de la mano con el proyecto educativo institucional y el proyecto educativo del programa de comunicación social de ésta institución.
Para la Funlam, el ser humano es el punto de partida de su proyecto educativo institucional, por ello, este ser humano debe conocerse a sí mismo, saber quién es, cuáles son sus inquietudes y necesidades.  
Desde un enfoque existencialista, el ser humano es un ser en libertad que puede autodeterminarse y escoger su propio destino, determinar sus propias metas de vida o seleccionar un camino equivocado pero esto también requiere ciertas responsabilidades, porque él mismo debe saber y responder por lo que hace.
Desde la fenomenología, el ser humano se comporta según las percepciones que tenga de su entorno, las experiencias de vida juegan un importante papel en la construcción de su ser, de su personalidad, de sus deseos y sus sueños.
El constructivismo plantea que el desarrollo de la inteligencia y el aprendizaje, los construye el propio individuo en interacción con el medio.
Formarse como profesional en la Funlam significa asumir una actitud de vida con base en los presupuestos del Humanismo Cristiano; tener un desempeño profesional con calidad, fundamentado en los conocimientos, metodologías, procedimientos y prácticas validadas socialmente; poseer un saber disciplinar, científico o cultural, con base en los desarrollos históricos, la investigación y las tendencias contemporáneas; y demostrar un compromiso de servicio a la comunidad, en la ética, la participación, la solidaridad, la autogestión, la convivencia armónica y la justicia social.

Para la Funlam, el mundo cultural es el mundo de los seres humanos, los únicos que la pueden construir, reconocer, valorar y comunicar. La cultura, como representación simbólica de la naturaleza, de la esencia y avance de una sociedad, es compleja. Hace referencia al pensar, sentir y actuar de los seres humanos. Desde el pensar, los seres humanos con sus percepciones y pensamientos, expresados a partir del lenguaje, objetivan lo real en saberes que, validados socialmente, se reconocen como conocimientos, y sistematizados, organizados y contextualizados, establecen los diversos campos y objetos del conocimiento; desde el sentir, construyen saberes y sentimientos que se expresan en diversas manifestaciones referidas a la convivencia social, espiritual, afectiva, lúdica y folclórica; desde el actuar, se comprometen con transformaciones de la naturaleza y de la vida social, expresadas en artes, técnicas y tecnologías (Guerra, 2005).
Desde el quehacer educativo, la cultura debe concebirse no como información, sino como conocimientos validados socialmente y pertinentes para la formación de seres humanos capaces de seguir comprendiéndola, reconociéndola, valorándola y transformándola. Y desde el hacer cultural, la educación debe concebirse no como asimilación de información ya existente, sino como lo dice Paulo Freire (2005. p. 35) “toma de conciencia sobre la conciencia social”, que demanda procesos de comprensión, valoración y transformación. Como los contenidos de la educación están conformados por los universales de la cultura, aquella debe ser un proceso de negociación cultural; de interactividad entre los actores; de comprensión, interpretación, valoración, aplicación y transformación de lo real (fenómenos naturales y procesos sociales).

El cine como alternativa del desarrollo del proceso educativo y de complementación del mundo cultural de los actores en cuestión que serían los estudiantes, alimenta los procesos pedagógicos gracias a la transformación social y a la interacción de diferentes saberes que convergen en un solo proyecto.  Como lo mencionaba anteriormente, diferentes miradas confluyendo en un solo punto para lograr un solo producto.

En la Funlam, el ser humano es centro del proceso educativo y la educación es escenario de encuentro, de diálogo y de negociación de sentidos y significados entre maestros y estudiantes, sobre sí mismos, la sociedad, el mundo y los campos de la cultura. En los procesos educativos se atienden las distintas dimensiones del desarrollo humano en la perspectiva de obtener competencias integrales (actitudes, conocimientos, habilidades y destrezas) para el desempeño humano, profesional y social. El aprendizaje es el centro del proceso pedagógico-didáctico de los maestros en sus relaciones con los estudiantes.

Para el comunicador social de la Funlam es de suma importancia tener un perfil profesional basado en la formación del pensamiento crítico y analítico, utilizar estrategias comunicativas directas, tener una cultura del trabajo interdisciplinario, compromiso social, respeto a la diferencia y responsabilidad ciudadana, discernimiento ético frente a los problemas humanos y disposición de servicio a la comunidad.
La educación debe abrirse a espacios nuevos, en donde el aula no permanezca como único punto de partida, debe enfrentarse a la preparación de nuevos individuos que puedan por si mismos enfrentar los retos y las necesidades que la sociedad plantea.  El cine nos ofrece una nueva alternativa donde se pueden depurar los contenidos de una manera menos agresiva a como lo hace la televisión o la internet.  Los niños y jóvenes están enfrentados a diario a cientos de imágenes que construyen sus vidas ya sea de buena o mala manera, pero que sin duda alguna están bombardeando de información sus cabezas.  Son devorados por miles de propuestas publicitarias que sumados a la poca información constructiva que pueden tomar de estos espacios, los están llevando a un mutismo selectivo de su personalidad donde la promoción de los antivalores alimentan este vacío existencial que es inevitable. 
Con el cine en las aulas podemos crear nuevos espacios de diálogo en donde convergen todas las acciones propias del individuo, lo que sueñan, lo que desean, sus frustraciones, llenar todos espacios en blanco con las experiencias de otros.  Es posible vivir un mundo ajeno visto por los ojos de otro.  Es una educación en libertad, rompiendo esquemas tradicionales y viendo la realidad del mundo desde el reflejo de la vida de otros.